Poeta español. Su obra, que parte de la angustia metafísica para desembocar en lo social y testimonial, es una de las más importantes de la lírica de posguerra, y un ejemplo del llamado "exilio interior" que caracterizó a buena parte de la resistencia contra el franquismo ejercida desde la propia España.
Sus
primeros poemarios pusieron de manifiesto sus inquietudes religiosas.
En Cántico espiritual (1942),
la influencia de los místicos españoles se expresó a través de
una fe inquebrantable, pero ya en Ángel
fieramente humano (1950) predominó el conflicto
metafísico, con exasperados diálogos con Dios en los que se
alternan la súplica dolorida y un sombrío nihilismo.
A
partir de Redoble de conciencia
(1951) el grito de angustia individual se proyectó en lo
universal, y reflejó el horror provocado por los conflictos bélicos
acaecidos en España y Europa. Posteriormente apareció Ancia
(1958), título formado con la primera y la última sílabas,
respectivamente, de los dos volúmenes anteriores, donde se
incluyeron bastantes poemas inéditos.
Ancia
es quizá la mejor parte de su obra: poesía bronca y
"desarraigada" (en calificación de su prologuista Dámaso
Alonso), de imprecación religiosa y de intensa desolación
existencial; expresión asimismo de una poderosa energía verbal, con
predominio de formas clásicas (en especial el soneto), agresiva
imaginería y juegos conceptistas, coexistencia de niveles léxicos
dispares (culto, coloquial), hábil recurso a la armonía imitativa,
empleo del collage. Esta lengua poética singularizará
siempre su poesía, a pesar de los cambios.
Pero
fue Pido la paz y la palabra (1955)
el libro que señaló más claramente un cambio de rumbo en su
lírica, que a partir de ese momento puso en segundo plano su
escepticismo existencial para proclamar una nueva fe en la
solidaridad humana y afirmar la necesidad de la esperanza salvadora.
La tarea primordial fue "demostrar hermandad con la tragedia
viva", lo que consiguió a través de un credo poético
combativo y comprometido.
En
castellano (1960) fue una prolongación de esta
preocupación social, mientras que, frente a la "inmensa
minoría" que J. R. Jiménez declaró como destinataria de sus
versos, de Otero se dirigió a la totalidad de las gentes con libros
como Con la inmensa mayoría (1961)
y Hacia la inmensa mayoría (1962),
compendio de su producción anterior. La voz áspera y agitada del
autor, que recordaba frecuentemente el tono crispado de Miguel de
Unamuno, continuó pronunciándose en Esto
no es un libro (1963), Que trata
de España (1964), Mientras
(1970) y Poesía con nombres
(1977). Abordó también la prosa autobiográfica en
Historias fingidas y verdaderas (1970).
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